Renovar los votos
Hacer la segunda renovación, es dar un paso más en mi camino como Esclava del Sagrado Corazón de Jesús. Es volver a decir SÍ, como María, al proyecto de Dios para conmigo.
Sin embargo, este no es un sí que yo le doy al Señor, sino la respuesta torpe al Sí de Dios en mi vida, a su fidelidad eterna, a que su Espíritu pueda seguir alentando mi vida.
Se trata de un Sí que «ha de ponerse más en las obras que en las palabras»: que ha de encarnarse en las clases de cada día, en los grupos ACI o las catequesis, en la relación con los
alumnos, los compañeros y con las hermanas; en la vida comunitaria y en los ratos de oración.
Renovar los votos, es volver a hacer nuevo el deseo que un día me llevó a abrazar esta vocación, es volver a decir Sí a querer ser, cada día más, con Él y como Él.