Formación permanente sobre la esperanza
El día 12 de Julio nos fuimos reuniendo en la estación de Atocha un buen grupo de 34 HH. de distintas comunidades de España. Contentas y animadas, subimos al autobús que nos llevaría a nuestro destino para el ENCUENTRO DE FORMACIÓN PERMANENTE sobre la ESPERANZA en Guadarrama (Madrid).
Desde el comienzo todas íbamos con mucha ilusión por la importancia del tema, y por lo que suponía la convivencia con hermanas de otras comunidades de la Provincia.
Los tres primeros días fueron similares: Eucaristía, ponencias, reflexión personal, grupos, espacio lúdico y adoración.
En la 1ª ponencia, Mª Carmen de la Fuente nos motivó para “trenzar espacios de esperanza que forjan sentido” en los distintos contextos en los que vivimos. Nos animó a ser luciérnagas haciendo vida la esperanza que cada persona lleva dentro de sí como regalo de Dios, don que no se conquista, nos decía, pero que lleva consigo la tarea y responsabilidad de mantenerlo vivo.
Al día siguiente, Sebastián Mora nos ayudó a reconocer los “cortafuegos” para la esperanza en un mundo roto. Desde ese lugar de la injusticia, es urgente generar esperanza. Siempre con las víctimas, en comunidad, valorando los pequeños logros y actuando desde una espiritualidad encarnada. Así seremos “artesanas” de esperanza en este mundo tan necesitado de ella.
El tercer día nos acompañó nuestra H. Nurya Matínez-Gayol. Con ella interiorizamos el tema de las últimas esperanzas, que tienen acción magnética para toda persona, nos orientan al más allá y nos dan certeza de sentido en los años vividos, hasta alcanzar la configuración definitiva con Cristo.
En el 4º día por la mañana, visitamos el Escorial en grupo.
En los distintos espacios de comunicación (reuniones en grupo, relatos de testimonios, ratos de adoración y momentos lúdicos) nos hemos encontrado con la riqueza personal de cada hermana. Hemos podido valorar cómo el Espíritu actúa y plenifica una vida de entrega y compromiso. Estos momentos han generado mayor conocimiento y comunión entre nosotras.
La valoración del encuentro ha sido muy positiva y las expectativas del primer día se han cumplido con creces: el entorno natural y la casa también han ayudado. El grupo vuelve con la esperanza fortalecida, con el ánimo del corazón muy reconfortado; convencidas de que ya la llevamos dentro, dispuestas a seguir trenzando espacios que generen esperanza para nuestro mundo. Y, por supuesto, muy contentas de experimentar cómo la comunicación y convivencia mantenida entre todas va fortaleciendo el sentido de pertenencia al cuerpo de la Provincia. Volvemos muy agradecidas al Equipo Provincial, con el deseo y la invitación a participar en otros encuentros que la Provincia organice que crean comunión entre nosotras. Muchas gracias a todas las que lo han hecho posible.