Vida y misión compartidas
Algunas junioras nos dan su testimonio después de este tiempo compartido con las hermanas más mayores en nuestras casas Enfermerías:
«El tiempo en la enfermería fue un tiempo de gracia donde, de una forma muy sencilla y natural, se me ha transmitido la herencia de nuestro carisma, vivido y compartido a través de tantas historias personales de Esclavas que hicieron de su vida un “hágase” constante. ¡En Cádiz me he sentido en casa!» (Mafalda Figueiredo)
«Para mí, el tiempo que he pasado en la comunidad-Enfermería de Valencia, ha sido un recuerdo constante de lo Esencial de nuestra vida… justamente en un lugar donde -aparentemente- va fallando la memoria. Gracias a cada una por formar esta Casa de Reparación, hoy sois en mi vida memoria agradecida a la que acudiré durante mi camino como Esclava del Sagrado Corazón de Jesús.» (Bea de Santos)
«Ha sido un tiempo de vida compartida, ¡entre hermanas! Siendo una más, una hermana de comunidad, que es acompañada y que acompaña, que es cuidada y que cuida. Creía que iba a hacer muchas cosas para ayudar a mis hermanas… Pero en realidad, he ido para ser alcanzada por la ternura de Dios: en la sencillez de los gestos cotidianos de cuidado de los que he podido ser testigo y en el testimonio que me han dado de vivir de la mano de Jesús todos los días, con una confianza profunda en su amor y cercanía.» (Dulce Catarino)
«Un tiempo muy bueno para mí, ¡qué regalo! Nunca habría pensado descansar y disfrutar tanto estando sencillamente con mis hermanas mayores: en casa como una más en la comunidad y fuera de casa paseando con ellas por San Sebastián. Doy gracias por haber podido ver tanta entrega «acumulada» y conocer tantas historias, que son historia del Instituto también, y que me llevo conmigo a Madrid o donde esté.» (Caterina Volta)