Pascua familiar ACI – Latores 2022

La Pascua Familiar ACI ha tenido lugar del 13 al 17 de abril en la casa de espiritualidad de Latores (Oviedo). Después de dos años viviendo la Pascua virtualmente, hemos podido volver a juntarnos 38 participantes (18 adultos y 20 niños y adolescentes de entre 4 y 17 años) procedentes de Madrid, Bilbao y Córdoba.

Podemos describir lo que han sido estos días con varias palabras: Comunidad, sencillez, profundidad, servicio, entusiasmo, naturaleza, familia, celebración y alegría. En definitiva, encuentro con los demás y con Jesús.

Niños y niñas, jóvenes, adultos, esclavas, laicos y laicas, TODOS Y TODAS, compartiendo  reflexiones, compromisos y deseos para hacer de nuestro entorno y nuestro mundo un lugar más parecido al que quiere Jesús.

Lo que más, más, más me ha gustado ha sido todo. El cartel gigante de Villa Pascua, las excursiones con todos los amigos y la peli con palomitas. (Alaia, 4 años)

En la Pascua hemos construido un pueblo entre todas las familias, hemos hecho pan, hemos ido de excursión… Me ha gustado cantar canciones de Jesús y hacer una fiesta con peli y palomitas. ¡¡Me ha emocionado dormir con tantos amigos otra vez!! (Irati, 6 años)

“Resucitar a la vida”

La experiencia vivida en Latores durante esta Semana Santa de 2022 se puede resumir en esta frase: Resucitar a la vida.  Reencontrarse con todas las familias, incluso con algunas nuevas, ha sido como volver a nacer, despertar de este letargo en el que habíamos quedado sumidos por la pandemia. 

Incluso el hilo conductor recordaba este sentimiento, fundar un pueblo nuevo que da cabida a todo aquel que quiera acercarse a él. 

Las dinámicas de los diferentes momentos del día nos han ayudado a profundizar en el Triduo Pascual desde la realidad de nuestro tiempo: la actitud de servicio amoroso del Jueves, el acompañamiento en el dolor del Viernes, la acogida generosa del Sábado y la alegría contagiosa del Domingo de Resurrección. 

A pesar de que esta experiencia se lleva repitiendo durante muchos años, incluso en el mismo lugar (Oviedo), cada año se reinventa para resultar novedosa. La apuesta de esta vez ha sido incorporar una experiencia de desierto para los adolescentes del grupo, resultando un éxito a ojos de los propios jóvenes. 

A partir de este momento nos toca la parte más importante de esta experiencia, transmitir a los que nos rodean la alegría del Resucitado.  En palabras de Santa Rafaela María, “seamos personas de paz y fiesta”. (Familia García-Caro Díaz)

«Emoción»

Si algo define la experiencia de esta Pascua puede ser la emoción. 
Tras el parón de los dos últimos años por la pandemia nos encontramos de nuevo en Latores. El carisma de Sta. Rafaela nos reúne de nuevo. Encuentro de libertad, de verdad, sinceridad, cariño.

Emoción vernos de nuevo y encontrarnos diferentes pero iguales. Encontrar a nuestros hijos más mayores pero también unidos unos con otros como siempre.

Esta Pascua compartida en la que Dios ha estado presente en todo y en todos. Hemos acompañado a Jesús en su camino a la Cruz y hemos gozado con la alegría de su Resurrección.

La emoción en los cantos, en las tareas compartidas, en los encuentros en la capilla y en todas las actividades. Este año nuestros hijos (niños y jóvenes) nos han hecho el regalo de su alegría, de su participación y su compromiso, lo que ha hecho verdaderamente especial está Pascua de familias.

Ojalá este espíritu de Jesús Resucitado nos acompañe cada día y sepamos contagiarlo siempre mucho más allá. (Familia Santiago Mateo)