Hoy, sábado, 5 de febrero de 2022, hemos celebrado una Eucaristía en acción de gracias por la madre Pilar, fundadora con su hermana Sta. Rafaela María de nuestra Congregación. Hemos agradecido su vida y celebrado que sus restos, procedentes de Valladolid, donde vivió los últimos años de su vida y donde murió, han sido trasladados a la Iglesia de Martínez Campos y descansan junto a la imagen de San José, patrono protector de todas las casas de la Congregación y en esta Iglesia, tan significativa para nosotras, y “que fue fuente de desencuentros y reconciliaciones entre las dos Hermanas, Rafaela M.ª y Pilar, lugar de sueños, de voluntad de Dios, de sentir a Jesús Eucaristía en medio de la vida y la vida en Jesús Eucaristía”.[1]
“La Madre Pilar está en el corazón del Instituto, por ello hemos esperado a este momento en el que celebramos la Congregación General XXI; un encuentro en el que participamos Hermanas de todas las partes del mundo en donde el Instituto está presente. Hoy, una fiesta especial en la que está representada toda la Familia de las Esclavas: los Amigos, Antiguas Alumnas, Adoradoras, la Familia ACI, la Fundación Educativa ACI, Grupos ACI… para, juntos, poder decir con las palabras entrañables de la Madre Pilar, “agradecer es lo que me queda”.[2]
Hoy nos brota el agradecimiento por el don de la M. Pilar. Por todo lo que ella nos dejó en herencia: su tenacidad, su espíritu de iniciativa, su valentía para asumir las misiones más comprometidas… y un corazón que latía al ritmo del Corazón de Jesús. Ese Corazón del que la M. Pilar decía que “manan «venas de vida» para las Esclavas”[3].
Unidas a tantas personas que hoy nos han mostrado su cariño a la madre Pilar y al Instituto, queremos hacer nuestras sus últimas palabras: “Agradecer es lo que me queda”. “Jesús, Jesús, Jesús…” “Gracias, gracias, gracias…”[4].
[1] Monición de entrada, Eucaristía traslado Madre Pilar.
[2] Ibidem.
[3] Acción de gracias, Eucaristía traslado Madre Pilar.
[4] Ibidem.