Del 10 al 15 de octubre, el Equipo de Formación Permanente de la Provincia de España ha reunido en Madrid a Hermanas de más de 80 años, pertenecientes a la Etapa de la “Sabiduría”. El objetivo ha sido «promover en cada una de nosotras un proceso permanente de crecimiento integral, de unificación y consolidación como mujer consagrada, Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, para vivir la misión en fidelidad creativa en una realidad en continuo cambio.»
Hemos asistido 17 privilegiadas, invitadas a escuchar, reflexionar, compartir y celebrar la vida. Sin lugar a dudas, aunque las ponencias han sido fantásticas y muy adaptadas a nuestra situación actual, lo más impactante ha sido la riqueza de vida de cada Hermana, entregada con la generosidad y naturalidad de quien todo lo ha recibido.
Hemos compartido en pequeños grupos con gran libertad y confianza nuestras convicciones, dificultades, alegrías, crisis, las alas cortadas por el COVID, por la edad, por la salud. Pero también la fe que Cristo nos ha regalado. Nadie nos ha hecho mejores propuestas ni llenado de sentido la existencia, como Él. Y esta certeza nos sigue sosteniendo.
Los temas centrales sobre la edad del riesgo o la adultez tardía, imágenes de reparación, la experiencia de Dios, la mirada al mundo con Él y como Él, nos han puesto delante nuestra realidad humana y de fe, con el reto de seguir sembrando «semillas de bien» como contrapeso al mal. Dios repara siempre nuestras grietas «con oro» (como el «kintsugi» : técnica japonesa para restaurar un objeto sin ocultar sus cicatrices) y nos invita a hacer como Él, embelleciendo la vida donde está deteriorada.
Acabamos el encuentro con mucho ánimo y agradecimiento, seguras de que Dios sigue estando ahí multiplicando el granito de mostaza… Todo lo vivido vale la pena, aunque la Congregación se acabase mañana.