Este primer trimestre entre mis universitarias ha sido un descubrimiento para mí, el miedo que todas teníamos en septiembre de cómo hacerles ver que su casa ya no era la misma y que los recuerdos que ellas tenían del año pasado no se iban a repetir……ese miedo se ha transformado en una especie de paz al comprobar que todas han continuado con nosotras entendiendo perfectamente que ahora su casa es distinta. En ningún momento he sentido desconfianza, puedo decir que estar con las universitarias ha sido como siempre, y a la vez como nunca, ¡estupendo!
Las he visto lavarse las manos cada vez que entran en casa con una certeza asombrosa, respetar su turno en el comedor tranquilamente y muchas me cuentan que donde más seguras se sienten es aquí, y en las aulas. Todas han entendido que ya habrá tiempo de celebrar y que cuando todo el país pide que no es momento de fiestas han aceptado que este año su fiesta de Navidad no era necesaria. Desde mi experiencia mi más sincera enhorabuena a estas niñas que a pesar de todo no pierden la sonrisa y están dispuestas a volver en enero a esta casa, que es la suya. Eso no ha cambiado.
Cristina Alonso