Hoy celebramos la fiesta del Corazón de Jesús y en este día se nos invita a mirar hacia su Corazón.
El Corazón está adentro, en lo más íntimo. Pareciera inaccesible… ¡pero no! En realidad, es un centro de atracción. El Corazón de Jesús siempre está atrayendo hacia sí, conectando con sentimientos, emociones, con dolores y alegrías, con todo tipo de afectos… El Corazón de Jesús, es un corazón vulnerable… que se deja vulnerar, se deja conmover, con-padece con nuestras pasiones: las ardientes, y las sufrientes. Además, es también un corazón abierto y espacioso… donde cabemos todos, donde todos podemos encontrarnos. Es un Corazón inclusivo… sin aforos reducidos… sin márgenes, con gusto especial por hacer lugar a los más excluidos, aislados o abandonados…
Se abre tanto… atrae tanto… se afecta tanto… que su pálpito se acelera y siempre está “que se sale…” Se sale de amor, se sale de vida en abundancia, se sale de entrega, se sale de deseos de una humanidad unida y feliz.
El Corazón de Jesús es un Corazón que se sale… para conectar con otros corazones, para sintonizarlos con el suyo… para atraer, acoger y reparar corazones rotos, heridos, dañados…
Déjate hoy atraer por él, engánchate a su ritmo, palpita con sus deseos… Déjate impactar, déjate tocar por dentro por tanto corazón desconocido, aislado, necesitado de ser acogido. Pero no te quedes ahí, sal tú también y abre tu corazón a otros… Construyamos una red de corazones “que se salen”, se conectan, se entregan, se vinculan… Una red de corazones colgada de su Corazón… palpitando al ritmo del don gratuito del Sagrado Corazón, para que sigan latiendo tantos corazones cansados, angustiados, encogidos, vulnerados… Una red de corazones en los que sigue latiendo y sigue saliendo el Corazón de Jesús, el Corazón del mundo, el Corazón de Dios.
Nurya Martínez – Gayol, Esclava del Sgdo. Corazón de Jesús